El banquete de Tabernaculos: Una época de aprender la ley (versión española)
por COGwriter

¿Estamos en el banquete apenas para tener vacaciones del trabajo o de la escuela? ¿O somos aquí para aprender el plan del dios o las maneras del dios? Mientras que hay muchas cosas que debemos aprender del banquete, hoy, yo quisieran centrarse en la ley.

Pero primero, notemos lo que escribió Sr. Meredith en sus LAS FIESTAS SANTAS - Plan maestro de Dios:

El reinado milenial de Cristo es definitivamente el tiempo profetizado por Jeremías: "He aquí que vienen días, dice el Eterno, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice el Eterno. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Eterno: Daré MI LEY en su mente/ y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo" (Jer. 31:31-33).

La maravillosa ley espiritual de Dios, los diez mandamientos, ¡JAMÁS ha sido abolida! Antes bien, Jesucristo magnificó los mandamientos haciéndolos más estrictos. Debemos guardarlos no solo en la letra sino en el espíritu de la ley de Dios. No solo debemos abstenernos de matar, sino que debemos evitar las enemistades y el odio que es semejante al homicidio (1 Jn. 3:15; Mt. 5:21-22). Se nos ordena no cometer adulterio, pero también se puede cometer con solo mirar a una mujer para codiciarla (vs. 27-28).

Durante el milenio, las leyes de Dios serán escritas en la mente y el corazón de los hombres por toda la tierra. Porque esas leyes representan el CARÁCTER de Dios. El mismo carácter que debemos desarrollar para llegar a ser por siempre reyes y sacerdotes en su reino. TODA LA HUMANIDAD recibirá esta bendición durante la maravillosa "Fiesta de la cosecha", los mil años del reinado de Cristo sobre la tierra. En Apocalipsis 20 leemos: "Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años" (v. 6).

Los cristianos que observan este festival para creer esa parte de la razón que habrá paz es que enseñarán la gente todos la ley del dios, como enseñando la ley del dios eran una parte importante de este banquete durante los días de los niños de Israel. Mire el capítulo treinta y uno de Deuteronomio, comenzando con el verso diez:

"Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos, cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos. Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella." Deuteronomio 31:10-13).

¿Qué Leyes?

¿Qué leyes deben ser enseñados durante la fiesta de Tabernaculos?

Los que el dios dio a través de Moses. Miremos el capítulo cuatro de Deuteronomio, comenzando con el forty-four del verso:

Esta, pues, es la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel. Estos son los testimonios, los estatutos y los decretos que habló Moisés a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto; a este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos que habitaba en Hesbón, al cual derrotó Moisés con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto; (Deuteronomio 4:44-46).

Porque es esto un banquete-sitio de habla hispana y mi español no es muy buenos, y porque debemos aprender la ley del dios en el banquete, que quizás toda la ventaja de mí que leía muchos de los leyes y los estatutos de la Version Reina-Valera Biblia.

Calculé que leyendo esto que la mayoría de usted podría leer adelante y por lo tanto entender lo que estoy diciendo. Más, calculé que incurriría en menos equivocaciones en la gramática española si leo en la traducción que la mayoría de usted es familiar con.

Dé vuelta tan en sus biblias a Deuteronomio, capítulo 5. Comenzaremos en el verso 1.

Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra.

Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb.

No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos.

Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego.

Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo:

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.

Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.

Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

No matarás.

No cometerás adulterio.

No hurtarás.

No dirás falso testimonio contra tu prójimo.

No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.

(Deuteronomio 5:1-22).

Note qué dios dicho sucedería si la gente obedecería estos leyes:

!!Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! (Deuteronomio 5:29)

Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra.
Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer. (Deuteronomio 5:32-33)

Incluso la gente carnal debe realizar que si mintió nadie estola, nadie asesinada, nadie, que ésta aumentará abundancia a través del mundo. Y mientras que eso conduciría a la abundancia masiva hoy, está garantizado para suceder durante el milenio. Y esta abundancia y abundancia, que esencialmente está garantizada si toda la gente guardaría los mandamientos del dios, es parte de lo que representamos cuando guardamos el banquete de Tabernacles.

Continuando con el capítulo seises, comenzando en el verso uno:

1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;

2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.

3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.

4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.

(Deuteronomio 6:1-5).

Sr. Meredith escribió:

Para la mayoría de quienes se consideran cristianos, la religión ocupa solo un rincón de la vida.  Pero con todo amor y sinceridad les decimos que llegará un día en el cual comprenderán que una religión así es una religión falsa y una adoración falsa. De todo lo que Dios nos manda, ¿qué es lo más importante? Ante esta pregunta, nuestro Salvador Jesucristo respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.   Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22: 37-40). (Matthew 22:37–40). (librete de diez mandamientos).

Ahora déjenos van al capítulo siete, comenzando con el verso seises:

6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.

    7 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;

    8 sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

    9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

    10 y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago.

    11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.

12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.

    13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.

    14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados.

    15 Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. (Deuteronomio 7:6-15).

Aviso cómo es constante esto está con el mensaje del banquete de Tabernacles: bendecirán, y serán liberados los que guardan la ley del dios de enfermedades terribles.

Miremos el capítulo ocho, comenzando con el verso once:

11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;

    12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,

    13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;

    14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;

    15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;

    16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;

    17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.

    18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

    19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. (Deuteronomio 8:11-19).

Ahora mientras que pensamos que no necesitamos a veces oír los mensajes de los días santos pues son año similar al año, note que el dios nos dice que necesitemos recordar, especialmente cuando estamos haciendo bien financieramente. Me sorprende cuánto los que eran una vez parte de la vieja iglesia mundial del dios y que aceptaron muchos de los cambios hacen que se olvide de diez tanto tan pronto. El dios que hizo a seres humanos entendía que nos olvidaríamos sin ser recordado.

Los diez mandamientos eran, y siguen siendo, una parte importante de la ley. Note que están discutidos de nuevo en Deuteronomio. Continuaremos con el capítulo diez, verso uno donde Moses está hablando:

1 En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera;

    2 y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás en el arca.

    3 E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.

    4 Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio Jehová.

    5 Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como Jehová me mandó.

(Deuteronomio 10:1-5).

Vayamos al verso doce que explica otra vez que el dios quisiera que guardemos los diez mandamientos y que los enseñáramos a nuestros niños:

12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;

    13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

    14 He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.

    15 Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día.

    16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.

    17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho;

    18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.

    19 Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

    20 A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás.

(Deuteronomio 10:12-20).

Note que el dios promete otra vez bendiciones a las que guarden sus mandamientos y cursings a los que no lo hagan, en el capítulo once, verso trece:

13 Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,

    14 yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.

    15 Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.

    16 Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos;

    17 y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.

(Deuteronomio 11:13-17).

Estatutos y juicios

Hemos discutido hasta ahora principalmente los mandamientos. Los estatutos y los juicios se dan en el capítulo 12. Comenzaremos con el verso uno:

1 Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra.

    2 Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.

    3 Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar.

    4 No haréis así a Jehová vuestro Dios,

    5 sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis.

    6 Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas;

    7 y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido.

    8 No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece,

    9 porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios.

(Deuteronomio 12:1-9).

Noté que el verso ocho proporciona una advertencia para no ser un Laodicean. Laodicea viene a partir de dos palabras griegas que la gente básicamente mala y decida. Combinadas, las dos palabras malas algo como "la gente deciden" o "justicia de la gente". Y el es lo que hace Laodiceans, ellas existe dentro de la iglesia del dios con todo él hace lo que correcto en sus propios ojos -- él no tiene el mismo trabajo que lo hace el Philadelphians.

La observancia del banquete de Tabernacles aparece ser el tema de algunos de los versos en este capítulo. Comencemos con el verso doce:

Y usted rejoice antes del SEÑOR a su dios, usted y sus hijos y sus hijas, sus criados masculinos y femeninos, y el Levite que está dentro de sus puertas, puesto que él no tiene ninguna porción ni herencia con usted (Deuteronomio 12:12).

Ahora yendo al verso quince:

15 Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la de gacela o de ciervo.

    16 Solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua.

    17 Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos;

    18 sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos.

    19 Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.

(Deuteronomio 12:15-19).

Además, hay las maneras que el dios no desea ser adorado. Aviso que comienza con el verso trienteuno:

31 No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses.

    32 Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.

(Deuteronomio 12:31-32).

Los líderes religiosos falsos son también el tema del capítulo trece. Comenzaremos con el verso uno:

1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,

    2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;

    3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

    4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis.

    5 Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.

(Deuteronomio 13:1-5).

Note que el profesor falso está intentando dar vuelta a la gente ausente de la manera de los comandos del dios. Todos nosotros han funcionado en ésos el tipo de profesores, incluso si no demandan ser un profeta o un soñador de sueños.

En el capítulo catorce, el dios nos dice no comer cosas detestables y enumera las carnes que lata y no podemos comer. Aviso que comienza con el verso tres:

3 Nada abominable comerás.

    4 Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra,

    5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés.

    6 Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podréis comer.

    7 Pero estos no comeréis, entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán inmundos;

    8 ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la carne de éstos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos.

    9 De todo lo que está en el agua, de estos podréis comer: todo lo que tiene aleta y escama.

    10 Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comeréis; inmundo será.

    11 Toda ave limpia podréis comer.

    12 Y estas son de las que no podréis comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor,

    13 el gallinazo, el milano según su especie,

    14 todo cuervo según su especie,

    15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies,

    16 el búho, el ibis, el calamón,

    17 el pelícano, el buitre, el somormujo,

    18 la cig:ueña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago.

    19 Todo insecto alado será inmundo; no se comerá.

    20 Toda ave limpia podréis comer.

    21 Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

(Deuteronomio 14:3-21).

Comenzando en el verso veintidós, nos dice ahorrar nuestro segundo tithe de modo que poder rejoice cada año en el banquete de Tabernacles:

22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.

    23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.

    24 Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere,

    25 entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere;

    26 y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia.

    27 Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.

(Deuteronomio 14:22-27).

En el capítulo quince los estatutos relacionados con las deudas y los esclavos se discuten.

En el capítulo dieciséis, los días santos. Miremos los versos primeros:

1 Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche.

    2 Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que habite allí su nombre.

    3 No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto.

    4 Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días; y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana.

(Deuteronomio 16:1-4).

Note que ese Pentecost y el banquete de Tabernacles también está mencionado, al igual que ofrendas. Vayamos al verso diez:

10 Y harás la fiesta solemne de las semanas a Jehová tu Dios; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido.

    11 Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre.

    12 Y acuérdate de que fuiste siervo en Egipto; por tanto, guardarás y cumplirás estos estatutos.

    13 La fiesta solemne de los tabernáculos harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar.

    14 Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones.

    15 Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.

    16 Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías;

    17 cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.

(Deuteronomio 16:10-17).

Todos nosotros aquí han estado observando el banquete de Tabernacles en Antigua del la. Y nos todos dieron una oportunidad de prestar atención al comando de proporcionar un ofrecimiento en el primer día de este banquete.

Ahora repartos del capítulo diecisiete con otros estatutos. Comencemos con el verso dos:

2 Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto,

    3 que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido;

    4 y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel;

    5 entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán.

    6 Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo.

    7 La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.

(Deuteronomio 17:2-7).

Usted no necesita dar vuelta allí, pero Jesús confirmó esta idea que dos o tres testigos son necesarios cuando él dijo en Mateo dieciocho, versos dieciséis y diecisiete:

16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.

    17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

(Mateo18:16-17).

El saltar abajo al verso once en Deuteronomio diecisiete aprendemos que el dios espera que su gente escuche sus líderes. Para aceptar el gobierno que él ha establecido:

11 Según la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren.

    12 Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel.

    13 Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá.

(Deuteronomio 17:11-13).

En el capítulo dieciocho, el dios prohíbe de nuevo prácticas pagan. Comencemos con el verso nueve:

9 Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.

    10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,

    11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.

    12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.

    13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.

    14 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.

(Deuteronomio 18:9-14).

El capítulo diecinueve refirió a establecer ciudades del refugio para los que mataron alguien accidentalmente. Comenzando con el verso quince también discutió aspectos de la ley judicial:

15 No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.

    16 Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él,

    17 entonces los dos litigantes se presentarán delante de Jehová, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos días.

    18 Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano,

    19 entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.

    20 Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti.

    21 Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

(Deuteronomio 19:15-21).

Repartos del capítulo veinte con cómo el dios esperó que los israelites manejaran aspectos de la guerra.

El capítulo veintiuno discute la justicia y la guerra, entonces malos niños. Comencemos con el verso dieciocho:

18 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere;

    19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva;

    20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho.

    21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.

    22 Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero,

    23 no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

(Deuteronomio 21:18-23).

En el capítulo veintidós vemos una variedad de estatutos que sean al parecer algo de cómo debemos tratar a nuestro vecino así como nosotros mismos. Comencemos en el verso uno:

1 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano.

    2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.

    3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda.

    4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo.

    5 No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.

    6 Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos.

    7 Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.

    8 Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno.

    9 No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña.

    10 No ararás con buey y con asno juntamente.

    11 No vestirás ropa de lana y lino juntamente.

    12 Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.

(Deuteronomio 22:1-12).

Los varios versos siguientes discuten virginity sexual de la pureza y fuertemente del impulso entre las mujeres solteras en Israel -- por supuesto se espera que los hombres solteros también ejerciten control sexual y algo de ése también se refiere en a este capítulo.

El capítulo veintitrés tiene algo del mismo tipo de estatutos que los capítulos anteriores tengan, así que nos dejó comenzar con el verso diecinueve:

19 No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés.

    20 Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella.

    21 Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pecado en ti.

    22 Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado.

    23 Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.

    24 Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto.

    25 Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.

(Deuteronomio 23:19-25).

Note que las reglas antedichas definen robar un pedacito diferentemente que gobiernos humanos lo haga.

El capítulo veinticuatro comienza discutiendo divorcio, y éste es algo que recordamos a Jesús dicho estábamos solamente en su deuda a la dureza de los corazones de la gente.

Pero verso cinco del aviso:

5 Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó. (Deuteronomio 24:5).

Note que el marido tiene una obligación bíblica de dedicar el primer año de su unión al foco en la felicidad de su esposa y de no ir a guerrear o a ser preocupado con negocio. Esto no es entendida lo más ciertamente posible por muchos en el mundo hoy.

Continuación con el verso seises:

6 No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.

    7 Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti.

(Deuteronomio 24:6-7).

Era permitir el saltar abajo al aviso del verso que es no sólo opresión del haber prohibido pobre y débil, sino que que la gente del dios que los pobres espiguen para poder mejor ayudar ellos mismos:

14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.

    15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.

    16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.

    17 No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda,

    18 sino que te acordarás que fuiste siervo en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.

    19 Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.

    20 Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.

    21 Cuando vendimies tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.

    22 Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.

(Deuteronomio 24:14-22).

En el capítulo veinticinco enseña que no todo es justo en conflictos y castigos. Castigos del límite de los versos uno a once. Ahora leamos otra vez comenzar en el verso trece donde se prohíbe el engaño:

13 No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica,

    14 ni tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño.

    15 Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

    16 Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.

(Deuteronomio 25:13-16).

El final del tercer rezo del año del tithe es principio enumerado con el verso doce del capítulo veintiséis:

12 Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán.

    13 Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.

    14 No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.

    15 Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.

(Deuteronomio 26:12-15).

Éste es un rezo que mi familia y yo hacemos normalmente juntos en el final de nuestros terceros años del tithe.

Bendiciones, Cursings, y la muerte de Moses

En el final del capítulo twenty-seven, las varias maldiciones son principio enumerado con el verso quince:

15 Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.

    16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    19 Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    20 Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    21 Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    22 Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    23 Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    25 Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Deuteronomio 27:15-26).

Ahora el capítulo veintiocho comienza con una variedad de bendiciones. Leeremos algunos:

1 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.

    2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.

    3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.

(Deuteronomio 28:1-3).

Los extremos del capítulo por varios cursings que discuten.

En twenty-nine del capítulo, el dios recuerda a su gente que ella ha visto sus milagros y ella y sus descendientes necesitan obedecer.

En el capítulo treinta, el dios explica que sus maneras no son ésa difícilmente y que conducen a la vida. Comencemos en el verso once:

11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.

    12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?

    13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?

    14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

    15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;

    16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

(Deuteronomio 30:11-16).

Note los estados de ese verso diecinueve:

19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; (Deuteronomio 30:19).

La parte de la razón que el dios desea a su gente ahora para saber la ley, y para vivir él más adelante, es que la manera del dios vivo conduce a la vida.

El capítulo treinta y uno discute que Moses morirá y será substituido por Joshua.

El thirty-two del capítulo es una canción de Moses.

El thirty-three del capítulo es una de bendiciones y al parecer de profecías para los niños de Israel.

Y en thirty-four del capítulo Moses muere y se entierra.

Conclusión

La fiesta de Tabernaculos representa una época de la abundancia. Una abundancia que vendrá como cada una guarda los leyes del dios. La fiesta de Tabernaculos es una oportunidad de venir junto como la gente del dios y de aprender sus maneras. Es una oportunidad entender mejor porqué el reino del dios es lo que ahora necesita este mundo.

Los mandamientos, los estatutos, y los juicios fueron dados para proporcionar vida a la gente del dios. La fiesta de Tabernaculos es una oportunidad de reflejar en ellos incluso hoy. ¿Durante esta voluntad del banquete usted?

Gracias por llevar con mi español pobre. Espero que usted haya estado teniendo un banquete espiritual que elevaba de Tabernacles.

COGwriter 2006